Un día en la vida de un estudiante

Yo en mi día a día

5:25

-Aún es muy temprano, creo que dormiré 10 minutos más- dijo Alicia, mientras se envolvía en sus cobijas, se acomodaba y volvía a dormirse profundamente.

6:45

 - Que bien que dormí un poco más, ya me siento con energías- dijo Alicia al mismo tiempo que se desperezaba. Pero, de pronto, escuchó el ¡PIPI!,¡PIPI!,¡PIPI!, de su recorrido.

Alicia cogió su reloj y miró la hora, con ojos desorbitados por la angustia. Se acercó a la ventana de su habitación y observó como lentamente se alejaba su transporte escolar.  Preocupada, se puso el uniforme del colegio encima de su pijama, agarró su maleta e intentó alcanzar al bus. Pero, poco a poco, disminuía la velocidad ya que había perdido la esperanza de alcanzarlo;  preocupada e inmóvil,  vio como la buseta se iba encogiendo a lo largo de la carretera hasta desaparecer. Así que regresó a su casa y le pidió a su madre que la llevara al colegio. Su mamá, enojada por la impuntualidad de su hija, agarró furiosamente las llaves del auto, entraron al carro y juntas fueron al colegio. 

 8:00
 Alicia corrió rápidamente a su clase tan pronto llegó al colegio en la ciudad de Quito.  Tocó la puerta donde estaba la profesora de Lengua y Literatura quien la envió a Inspección ver un pase para entrar a su clase. Entonces, cuando se dirigía a inspección, se le cortó la respiración cuando escuchó...
- Señorita Díaz, es la tercera vez en la semana que llega tarde. Esto irá directamente a su hoja de vida.- afirmó la inspectora con gesto despótico.
-  Lo siento, Claudia. Le prometo que esto no volverá a pasar.- respondió Alicia.
- Eso espero señorita Díaz. Vaya a su clase y pida perdón a la maestra- concluyó.

9:55
Luego de las tres primeras horas de clase, Alicia se reunía con sus amigas, durante el recreo, para conversar y comer, o, incluso para ver a los chicos guapos pasar. A Alicia le gustaba muchísimo Pablo Espinosa, un chico alto con pelo negro, y unos ojos verde claro que enamoraba a  la chica cada vez más.  Ese día, ella se llenó de valor y decidió ir a hablarle.  Aunque su corazón latía a mil por hora, caminó hacia donde él chico. Al acercarse, todos los amigos de Pablo se retiraron y los dejaron solos. Entonces, empezaron a conversar, hasta que ella, con gran decisión, dijo:
- Pablo, me gustas y mucho, lo siento si fui muy arriesgada al decirte esto, pero ya no puedo evitarlo-
-Alicia, tú eres una persona increíble pero no nos conocemos mucho. Yo creo que primero debemos conocernos más- respondió Pablo.

Después de  un incómodo silencio, una chica atractiva, alta, rubia, de unos hermosos ojos azules se acercó a Pablo. Alicia, pensó que quizás era una de las chicas más populares, pero no la había visto. Así que para no quedar mal, decidió discretamente interrogar a Pablo.
- ¿ Quién  es ella?- susurró.
- Ella es Emma, mi novia- respondió Pablo
Alicia avergonzada, decepcionada y enojada salió corriendo rápidamente de ese lugar. Mientras sonaba el timbre del colegio.

9:56
A pesar de la vergüenza y la decepción vividas, Alicia llegó puntualmente, a clases. Sin embargo, no podía concentrarse  y durante las siguientes horas de clase, sus profesores le preguntaron si estaba bien porque normalmente ella participaba mucho en clase, pero ese día, estaba muy silenciosa.
- Tranquilo, estoy muy bien, simplemente no fue mi mejor día, y me disculpo por eso- respondió una y otra vez Alicia, a los profesores que le preguntaban sobre su cambio de actitud.

12:25
Nuevamente, sonó el timbre para el recreo y, cuando la Alicia iba hacia la cafetería, al salir por la alta y ancha puerta, se encontró con una sorpresa, ¡Pablo!, sí Pablo estaba parado en la puerta y ella no le quería ver. Sin darle ninguna explicación,  él le tomó de la mano y la sacó del lugar. Caminaron sin pronunciar ni una sola palabra y llegaron a un lugar del colegio que Alicia no había visitado antes. Desde ahí se veía toda la ciudad, las casas, los centros comerciales, todo. Entonces, empezaron a conversar de todo y de nada. Los amigos de Pablo, que conocían el sitio, se acercaron a los chicos y los empezaron a molestar como cualquier otro grupo de amigos. Todos se divirtieron, parecía como si se conocieran de siempre; de repente, el timbre sonó y la conversación llegó a su fin.



13:06

Ambos chicos, corrieron hacia sus aulas, se habían olvidado de que ese día tenían música, así que ingresarían a clases diferentes, unos iban a piano, otros a guitarra, algunos a violín y unos tantos a coro. Pablo y Alicia llegaron con las justas y, cuando Emma los vio entrar, se acercó muy molesta a Pablo y le dijo:
- ¿Quien es ella y por qué  está contigo?
- Calma, Emma, Ella es Alicia, una compañera de curso. Hoy salimos durante el recreo porque me  cae bien, aunque no sea popular como tú, pero eso no es lo importante- dijo Pablo
De pronto, en el aula retumbó un sonido tan familiar entre los chicos, ¡ICHIIIIIIIIIII!
-¡ Ella no es la que te gusta!- gritaron todos los amigos de Pablo.

Pablo se sonrojó y avergonzado, no respondió nada,  más bien se produjo un silencio muy incómodo que Emma rompió.

- ¿eso es cierto?- dijo.

Pablo no sabía qué responder. Solo atinó a decir:

- Ella es una persona increíble, sabe escuchar , me hace reír y me trata bien, así que sí, sí me gusta-

Emma, una adolescente orgullosa y caprichosa, contuvo sus ganas de llorar. No podía quedar mal ante el resto de sus compañeros. Hizo una mueca de fastidio y se acomodó en su puesto de trabajo. Mientras, Alicia pensaba que ese sería su fin y ahora todo el mundo, en realidad, las populares y sus amigos la torturarían, la perseguirían, se burlarían de ella, en fin. Su vida no sería igual. Pero, qué podía hacer, tendría que soportarlo todo, al final, apenas faltaban dos semanas para concluir el año escolar.

14:30
Cuando todo el último timbre de la jornada escolar, Alicia tomó sus cosas y salió rápidamente, para evitar a Emma y su grupo. Subió las rampas para que está vez si llegara al transporte a tiempo. Al llegar, subió al bus, se sentó, se puso los audífonos, abrió la ventana y empezó a oír todas las canciones de Morat, las canciones que una adolescente ilusionada escucharía en esos momentos. El tiempo y el planeta parecían flotar, mientras retornaba a su casa. Cuando llegó, se acabó el encanto vivido. Ahí le esperaba su habitación, desordenada, su cama destendida, la ropa tirada en el piso y los platos del desayuno en el lavaplatos; además de las tareas y lecciones que debía preparar para el siguiente día. Quién la había mandado a vivir una ilusión que le quitó tiempo de atención y ahora la obligaba a investigar para cumplir con todo lo enviado a casa, si no quería varios correos de sus profesores por volar tan alto. Alicia estaba de vuelta a la dura realidad de ser una adolescente ilusionada y enamoradiza

11:00 pm
Apenas terminaba las tareas de Sociales, Ciencias, Mate y Lengua, pero no le había quedado tiempo para leer el texto de inglés... Alicia pensaba, seguro mañana será otro día y Pablo me ayudará con todo.